domingo, 30 de abril de 2017

LA ORQUESTA ATÍPICA



No importa lo que diga su nombre. La típica "En conserva" es una orquesta atípica. Una orquesta de tango y, a la vez, una escuela sonora. Una escuela en la que no se aprende a leer o escribir música -para eso están las materias regulares del conservatorio- sino a tocarla. Porque el arte de interpretar no está escrito en ninguna partitura. Como en la herrería, la tornería o la fundición de los talleres ferroviarios, los yeites del oficio tanguero circulan de boca en boca y de mano en mano, dependen del contrabando de experiencias que sólo asegura el quehacer compartido. ¿Qué conserva la orquesta de un conservatorio? Tal vez no sólo la música del pasado sino la posibilidad de que esa música no sea siempre la misma. Los tangos que sonaron en el museo se tocaron un millón de veces, pero las versiones que escuchamos ayer resultan inconfundibles. La interpretación es comprensión en acto. Una manera minuciosa de aproximarse a la historia del género, de conversar o discutir con ella. Esa es la potencia de esta orquesta y de la institución pública y gratuita que representa.




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