lunes, 2 de diciembre de 2013

LOS TALLERES INVISIBLES

El sábado 7 de diciembre, a las 18:30 hs., presentamos "Los talleres invisibles", libro en el que Ana Miravalles elabora una historia de los Talleres Bahía Blanca Noroeste con la ayuda imprescindible de muchos de los ferroviarios que trabajaron allí.
 


Los Talleres Bahía Blanca Noroeste fueron una pieza clave de la infraestructura logística de nuestra región. La mayoría de los vagones que durante más de 100 años llegaron a puerto -de las chatas a las tolvas graneras, de los vagones fruteros a los de cargas paletizadas-, pasaron por Talleres para su reparación o reconstrucción completa. Y sin embargo, a pesar de sus dimensiones, a pesar de la complejidad de las tareas que allí se realizaban, los Talleres parecen haber permanecido la mayor parte del tiempo apartados del interés público, opacados tal vez por la opulencia del trigo, la lana, las manzanas o el polietileno que su actividad ponía a circular. Quién sabe si su invisibilización no colaboró para que, luego de ser privatizados en 1992, sus trabajadores fueran despedidos, y sus instalaciones vaciadas, vandalizadas y poco a poco demolidas, no sólo sin que nadie se hiciera cargo, casi sin que nadie se diera cuenta.

Es curioso, pero cuando los ferroviarios hablan de estos talleres no hablan sólo de vías y galpones, como si todos esos "fierros", hoy oxidados, tomaran tangible algo aún más grande y complejo que un simple medio de transporte. A menudo, cuando los ferroviarios conversan sobre trenes suelen estar hablando, al mismo tiempo, del país. La historia del ferropuerto es la historia de cómo se pensó, discutió, peleó el lugar de nuestra ciudad y de la nación entera en la división internacional del trabajo. ¿Exportación de bienes primarios? ¿Industrialización sustitutiva? ¿Industrialización orientada a la exportación con valor agregado? Cada una de estas cuestiones, que así enunciadas suenan tan generales, atravesaron la historia de los Talleres, se tradujeron, puertas adentro, en discusiones y en acciones muy concretas, relacionadas con el tipo de trabajos que en ellos se cumplían, con las características y la organización de los centenares de obreros destinados a atenderlos, y con los conflictos derivados de los vaivenes económicos y políticos de todo un siglo.

Para algunos, el ferrocarril es sinónimo de nostalgia por una época dorada. Tras ese paraíso perdido en un pasado ideal, se oculta la historia palpable de una ciudad en la que el funcionamiento de este y otros establecimientos ferroviarios estuvo intrínsecamente relacionado con la organización de clubes, de sociedades de fomento, de cooperativas y sindicatos. En ese vínculo se fundamenta el derecho de tantos vecinos a reclamar hoy por el sector que los Talleres ocupaban. Este libro documenta ese proceso extenso, pero al mismo tiempo, en el trabajo compartido de reconstruirlo, vuelve audibles las voces, no siempre coincidentes, de aquellos que lo sostuvieron. Cuando Carlos Barros llega al museo portando orgulloso un medidor de potencia; cuando Roberto Peñacorada nos entrega los planos de una locomotora como si del mapa de un tesoro se tratase; o cuando Mario de Simón llama desde larga distancia para pasarnos el dato de ese tornero que convendría entrevistar, queda claro que los Talleres Bahía Blanca Noroeste ya no existen, pero también que el edificio humano que los sostenía aún sigue en pie.

2 comentarios:

Ester Kandel dijo...

Me parece una buena iniciativa. Dejo mis datos porque quiero estar conectada. Soy investigadora del tema MUJER Y TRABAJO y quiero enviarles algunas publicaciones.
Ester Kandel
kandelester@gmail.com

Ferrowhite dijo...

Hola Ester,
Nos encantaría leer tus publicaciones sobre el tema. Este nuestro correo: ferrowhite@gmail.com
Quedamos en contacto.