miércoles, 6 de julio de 2011

CON LA CAMPERA PUESTA



Buen día. Puede que Ferrowhite sirva, en ocasiones, para contar la historia del trabajo en el ferrocarril y el puerto, o para repensar las formas en que esa historia se cuenta, pero puede que otras veces, simplemente, sirva. Dentro de sus posibilidades modestas, este museo taller busca desarrollar herramientas para mejorar la vida de la comunidad de la que forma parte a partir de organizarse con otros en el hacer. Durante estas jornadas de frío bajo cero, Malena Corte, Silvia Gattari y Guillermo Beluzo, nuestros maestros serigrafistas, estuvieron trabajando en el estampado de más de 50 equipos de gimnasia destinados a los pibes que juegan al fútbol en las inferiores del Club Huracán. Pantalones y camperas que, salvo por la tela que viene de China, fueron confeccionados íntegramente en el Bulevar Juan B. Justo. Vanyna Vena, mamá de uno de los chicos, nos dejó está carta cuyo comienzo transcribimos a continuación.
  
HOLA!!! Quisiera contarles que somos un grupo de MAMÁS trabajando para nuestros hijos que están en el CLUB ATLÉTICO HURACÁN. Ellos juegan al futbol en las inferiores de dicho club, mi nombre es Vanyna y me acompañan Karen, Teresa, Miriam, Mary, Claudia y Mimi.

Hace un tiempo fui a ver a mi hijo jugar porque después de unos años habían logrado el ascenso a la categoría Primera A, ellos estaban súper contentos, pero es un año difícil, es una categoría que hay que mantener, y mi club es de gente muy humilde que está en un barrio de ferroviarios y portuarios castigados a veces por el mar. Aquí todos son fanáticos de HURACÁN y tendría mil anécdotas para contar, en fin, son 96 años de historia de este club. Como les decía, fui a ver a mi hijo jugar, era un día soleado pero muy fresco, jugaban contra un gran equipo de la ciudad y al verlos sentaditos en el banco de suplentes, con sus pantaloncitos cortos tiritando de frío, esperando el momento en que su DT diera la señal para entrar a jugar, mi cabeza hizo un click y mi corazón se estrujó, no sé si era de angustia, de tristeza, de enojo… creo que fueron muchas las emociones en ese momento y dije: hay que hacer algo! ¿Qué estoy esperando?

La carta completa acá.

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