viernes, 3 de junio de 2011

EL CORAZON DEL CAMBIO: EL TALLER DE VIAS Y OBRAS EN LA USINA DEL BAP

Cambio de vía, taller del distrito Vías y Obras Bahía Blanca, UEPFA, que funciona
en la vieja usina del BAP, en Donado y Brickman.

El jueves 3 fuimos con Héctor Guerreiro a visitar el edificio que perteneció a la primera usina eléctrica del BAP (Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico) y en cuyas adyacencias funciona aún el taller del Distrito Vías Obras (tal como al parecer vino sucediendo desde principios del siglo XX). Cuando le pregunté a Guerreiro cómo se denomina este juego de vías me dijo: "¿Ese? Ese es el corazón del cambio".

Lo que tiene en sus manos Carlos Alfaro, actual jefe del Distrito, es un ancla de vía, las paredes que se ven al fondo son las del magnifico edificio de ladrillos y lo que se ve al fondo son algunas de las antiguas máquinas ya desmontadas y desarmadas después de la privatización.


En esta otra imagen, Alfaro nos explica cómo funcionaba el martinete con el que se hacías las eglisas para los rieles:


En el interior de las dos inmensas naves, se puede ver aún el sistema de transmisión montado, con sus correas, poleas y motores, y se ven también las repisas con las herramientas y los objetos fabricados en este taller. "Acá, cuenta Alfaro, trabajaron en otros tiempos más de 400 personas: herreros, carpinteros, torneros, mecánicos y también, en las cuadrillas de vías, los catangos o catalinos". Desde este taller se proveía a todo el distrito, hasta Carmen de Patagones  de cada uno de los elementos necesarios para el mantenimiento de las vías: desde rieles, cambios, agujas para garitas, clavos, tirafondos, flejes y durmientes, a herramientas como criques de vía, barretas o picos pisón, tanto en las vías como en las playas de maniobras.


El edificio es impactante, con sus muros de ladrillos "alpargata" traídos de Inglaterra, los techos a dos aguas con enormes aberturas vidriadas y los más hermoso, los ventanales que dan en el interior una gran luminosidad. Este área del taller, sin embargo, se encuentra en desuso desde la década del 90: actualmente el taller de Vías y Obras del ferrocarril provincial sigue funcionando en los galpones adyacentes al edificio de la usina, en la reparación de zorras, velocípedos, carpintería y mecánica.

El edificio parece abandonado, las máquinas duermen su sueño reposando de horas y horas de labor, las palomas dejan sus marcas por todos lados. Pero cuando le decimos a Alfaro: "esto podría ser un museo", él dice que no, "qué museo, esto tendría que ser una escuela de oficios, si está todo para hacerlo".

No hay comentarios: