lunes, 21 de junio de 2010

LOS CIEN MATICES DEL VERDE INGLES

Claudio Fabbi - Nicolás Testoni
22-10-2009

En La Brúlula apareció hace unos días un artículo con este título: "Se inician las tareas de limpieza de los terrenos donde funcionaba la ex estación Noroeste"

Entonces Nicolás Testoni, en su blog publicó el  video de Mario De Simón recorriendo TBB, y escribió, "si en ese lugar que el intendente ahora recorre hubiera funcionado solo una estación, estaríamos hablando, sin exagerar, de las ruinas de Retiro o de Constitución. Es como si las pirámides se hubiesen vuelto invisibles en Egipto".

Y Natalia comenta: " Los indios del Amazonas ven 100 verdes donde nosotros vemos uno. ¿Qué hacemos con los que ven un terreno dónde hay un taller? Los indios del Amazonas ven más verdes porque habitan su lugar minuto a minuto, y los de acá no están acá o están del otro lado o o o o o..."

Nicolás agrega:  "Claro, tampoco De Simón, Gómez, Fabbi, - los ferroviarios con los que caminamos ese 'terreno' que el cronista se apura en allanar-, ven ahí solo un taller. Ven, además, la tornería, la herrería, el galpón de ajustaje, el comedor… Donde nosotros vemos yuyos, ellos señalan la base de un torno o una taquilla o la covacha para el mate... son los naturales de una civilización perdida a diez cuadras de la plaza Rivadavia, los últimos capaces de distinguir en un hierro oxidado los 100 matices del verde inglés.

Lo que uno defiende acá no es 'un pasado mejor', sino esa parte del pasado que, hasta donde nos es dado entender, mejor le conviene a este presente. Y eso, me parece, tiene menos que ver con los ladrillos que con la historia de laburo que esos ladrillos mantienen en pie. Fijate lo que ve Mario en su recorrida. Mario ve personas trabajando. Quizá porque fue jefe, De Simón tiene en la cabeza el conjunto de relaciones que hacía que la estructura considerablemente compleja de un taller funcione. Estoy seguro que si le fuera dado poder rescatar algo de este sitio arrasado, él elegiría poner a salvo esa capacidad (siempre luchada, llena de idas y vueltas) de organizarse en el hacer.
Hay distintas maneras de fundamentar el valor de estos edificios. Se puede, por caso, destacar el actual valor estético de la arquitectura industrial inglesa. Y está bien. Lo nuestro, sin embargo, va por otro lado. Quiero decir, nuestro 'relato' debería ser capaz, por ejemplo, de mostrar en qué aspectos la capacidad de producción desarrollada en este taller y las viviendas del Plan Federal a las que serán mudadas las familias que todavía viven en el lugar, forman parte de un mismo linaje. Se trata, desde luego, de una apuesta arriesgada, y es nada más que una opinión personal."
 

Ver también "Los talleres invisibles"

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